Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres. Juan 8:36
En esta cita bíblica se encuentra la verdad que tal vez a muchos no les ha sido revelado en su corazón, pero hoy queremos decirte que si tú sabes o sientes que hay algún área de tu vida cautiva, hoy te decimos que Jesús puede y quiere hacerte libre. Existen circunstancias en nuestras vidas que no entendemos porque se repiten una y otra vez. Existen enfermedades en nuestras familias que pasan de una generación a otra, o puertas que parecieran estar siempre cerradas, e incluso, actitudes que nos ocasionan problemas y que por ende, han generado raíces de amargura en nuestro corazón y nos separa de las bendiciones que Dios tiene para nuestras vidas. Al entrar el pecado, todo ser humano fue destituido de la gloria de Dios, sin embargo, dice en la palabra de Dios (la biblia) que para todos los que creen han sido justificados gratuitamente por medio de la redención de nuestro Señor Jesucristo, Romanos 3:22-24. Dios envió a su hijo Jesús, no sólo para darnos el regalo de la vida eterna, sino también para hacernos libres de toda enfermedad, tristeza, depresión, amargura, pobreza, miseria, celos, rechazo, inseguridad o cualquier situación difícil que hoy días estés pasando, para ello hay una cosa que Dios nos pide, primero: Creer en su amor y confesar que Jesús es tu Señor y tu Salvador, segundo y muy importante, pedir perdón por tus pecados, renunciando así, a todo derecho que el enemigo tenga sobre ti y por último, perdonar. Si, leíste bien, perdonar. Por tanto, os digo que todo lo que pidiereis orando, creed que lo recibiréis, y os vendrá. Y cuando estéis orando, PERDONAD, si tenéis algo contra alguno, para que también vuestro Padre que está en los cielos os perdone. Marcos 11:24-25 También debes de renunciar a todo lo que haya entrado a tu vida, ya sea directa o indirectamente. Por cuestiones de ritos religiosos, satánicos pactados por ti o por algún miembro de tu familia, o que inconscientemente, por eventos específicos que hayan afectado en tu niñez. Acércate confiadamente a tu Padre que está en los cielos, el cual te ha amado con amor eterno y serás completamente libre. Dios quiere y tiene el poder de hacerlo.